En nuestra clínica vamos más allá. Lo importante no es sólo bajar la sintomatología de nuestros pacientes. Hay que buscar el origen del problema, qué ha provocado el dolor, cómo solucionarlo y cómo evitar que se vuelva a repetir.
Cuando tenemos un dolor lumbar, puede ser provocado por múltiples factores:
- Sobrecarga de estructura ligamentaria, discal y muscular por un sobreesfuerzo.
- Microtraumatismos repetidos que pueden llevar a una degeneración discal, deshidratación, hernia o protusión.
- Problemas más lejanos como un mal apoyo tras un traumatismo o lesión en pie, rodilla o cadera.
- Disfunciones viscerales como estreñimiento, cólicos, disfunciones ginecológicas que pueden dar un dolor referido a distancia en la zona lumbar.
- Problemas posturales, aumento de curva en zona lumbar, escoliosis…
- Procesos inflamatorios como la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante.
- Espondiloartrosis.
- Osteoporosis.
El procedimiento a llevar a cabo en estos casos es una valoración osteopática, buscando el origen del problema y abordarlo de una forma personalizada. Según el caso y la valoración podremos combinar un tratamiento con terapia manual, electrolisis percutánea intratisular, flexión distracción, láser de alta frecuencia FP3, physicalm para el bloqueo del dolor o tracción axial computerizada… Una vez disminuida la sintomatología hay que reeducar al paciente para que realice sus actividades de una forma adecuada y con buenas posturas. Además debemos estabilizar y fortalecer esa zona lumbar mediante la musculatura con una serie de ejercicios para evitar que vuelva aparecer la sintomatología y para ellos recomendamos El pilates terapéutico y la RPG, dos terapias con grandes resultados en este sentido.
Cuando tenemos un dolor lumbar, puede ser provocado por múltiples factores:
- Sobrecarga de estructura ligamentaria, discal y muscular por un sobreesfuerzo.
- Microtraumatismos repetidos que pueden llevar a una degeneración discal, deshidratación, hernia o protusión.
- Problemas más lejanos como un mal apoyo tras un traumatismo o lesión en pie, rodilla o cadera.
- Disfunciones viscerales como estreñimiento, cólicos, disfunciones ginecológicas que pueden dar un dolor referido a distancia en la zona lumbar.
- Problemas posturales, aumento de curva en zona lumbar, escoliosis…
- Procesos inflamatorios como la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante.
- Espondiloartrosis.
- Osteoporosis.
El procedimiento a llevar a cabo en estos casos es una valoración osteopática, buscando el origen del problema y abordarlo de una forma personalizada. Según el caso y la valoración podremos combinar un tratamiento con terapia manual, electrolisis percutánea intratisular, flexión distracción, láser de alta frecuencia FP3, physicalm para el bloqueo del dolor o tracción axial computerizada… Una vez disminuida la sintomatología hay que reeducar al paciente para que realice sus actividades de una forma adecuada y con buenas posturas. Además debemos estabilizar y fortalecer esa zona lumbar mediante la musculatura con una serie de ejercicios para evitar que vuelva aparecer la sintomatología y para ellos recomendamos El pilates terapéutico y la RPG, dos terapias con grandes resultados en este sentido.
+ info: www.clinicaluisbaños.es
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